El calor del amor en el mar
Hoy estoy contenta con la canción de Gabinete Caligari de fondo sonando en mi cabeza. Este sábado gracias a nuestro pequeño madrugador volvimos a acercarnos a la playa.
Una de mis grandes preocupaciones era si estaría a gusto en la playa, si le gustaría si le iría bien. Alguna vez he visto a niños que no les gusta la arena ni el agua y si bien es cierto que puede que no tengan la oportunidad de ir tan a menudo parece mentira que siendo tan pequeños ya tengan su propia personalidad y si algo no les gusta…es que no les gusta. Y al nuestro de momento parece que si, que la arena le encanta, croe que con 4 como él la super sur estaria finalizada ya hace tiempo.
Pues eso, que hace tiempo que ahorramos en pilas porque no tenemos despertador y pese a que tardamos un poco más en preparar toda la logística para ir a la playa doy fe de que si no somos los primeros siempre somos eso, los segundos. Lo que no nos cuadra siempre tan bien son los puntos de marea pero que queréis que os diga, no se puede tener todo.
Esta playa nos gusta mucho. No nos pilla muy a mano pero nos gusta ir. Además está bastante resguardada y el ambiente es cordial así que me siento a gusto entrando sola. La marea estaba alta y aunque daban viento este y medio metro cuando llegamos no había una gota de viento y no, no había ni un cuarto e metro pero que narices…la playa era para nosotros solos así que tras un rato decidiendo que si que no venga tu primero( oye no tengas cara que siempre me dejas la marea chunga pa mi, que no que no me importa y blablablá en un diálogo de besugos recurrente que se ha convertido en rutina cada vez que vamos a cualquier playa al final entro Swamis)
Otra parte de la logística que hemos tenido que cambiar es el quita y pon de las quillas. A “Kalany-boy” le gustan las tablas….o no, pero bueno ya es un objeto cotidiano en su vida. Eso si, como todo...lo que más le mola es lo más peligroso es eso, las quillas. Y si antes dejabamos por comodidad las quillas puestas es algo que ya no puede ser pero bueno cinco minutos arriba o abajo…o diez o quince qué más da…la seguridad es lo primero.
Y nada, parece que rompiendo el hielo es lo de siempre ah bueno no hay olas pero ahí hay un tío….así que tímidamente se le unieron al flote un par de personas más. Nos acercamos a la orilla, cariño mira papa cogiendo una ola ”tai tai tai taittttta dice todo sonriente”…me resulto gracioso, la verdad…..Ahora sí, tened cuidado todos y todas, porque había mocinas también y cada vez que alguien se cogia una ola y le decia miraaaaa todos eran taitaitaaaa y ahora mismo todo el mundo con un neopreno encima, es susceptible de ser papá. Pero me encanto si os digo la verdad que le reconociera, o bueno sinceramente me encanto pensar que quizás lo hizo, que narices!
Hicimos el cambio y me toco a mí entrar a remar. Me arrepentí a los diez minutos de haber entrado de largo….será mi falta de costumbre y periodicidad. El agua estaba buena pero reconozco que a las 9 y pico, con el cielo nublado al principio me hace dudar…pese a que se me dijo bien claro”no Solana, ponte el corto anda” pero como soy una terca eso, que no lo hice.
Unas remaditas pa desoxidar, unas cuantas olas tobilleras. Y en plan anuncio de donetes la playa empezó a ser colonizada súper rápido y el agua también. Ya con Kayaks, thursters pa la orillera y tablones de todos los tamaños empecé a ver reducidas mis posibilidades….por eso y porque la marea estaba empezando a dar una miniola algo mas surfeable en ese momento así que una mas y pa fuera. Bueno no…dos que de una me caí.
PS. La foto, no es nuestra pero bueno….es que con tanta logisitca con tanta logística nos dejamos siempre algo en casa. Fuente frussurf.com
SOLANAbeach
0 comentarios